La liberación de "El Neto", jefe de Los Mexicles, banda criminal de la zona norte de Chihuahua, fue la causa real del motín que ocurrió la mañana del domingo en el Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) número tres de Ciudad Juárez; el saldo final fue de 10 custodios asesinados, cuatro reos muertos además de la fuga de por lo menos 24 internos.
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La Fiscalía General de Justicia del Estado informó en un comunicado que la autoridad investigadora ha documentado el deceso de 14 personas; entre ellas, 10 oficiales de seguridad y custodia penitenciaria y 4 personas privadas de la libertad (ppl); además, 13 lesionadas y al menos 24 evadidos, quienes se valieron de lo ocurrido para ejecutar acciones en contra de grupos antagónicos.
De acuerdo con las primeras indagatorias, alrededor de las 7:00 horas, sujetos con armas de fuego y a bordo de vehículos blindados, arribaron al Centro Penitenciario, donde dispararon a los oficiales de seguridad.
Minutos antes se reportó en la Avenida Manuel Gómez Morín, un ataque armado contra elementos de la Policía Municipal, en la que tras una persecución, se logró la captura de cuatro hombres y el aseguramiento de una camioneta .
Posteriormente, en la Avenida Panamericana, agentes preventivos repelieron la agresión armada de dos tripulantes de un vehículo tipo Hummer, los cuales fueron abatidos.
El motín y fuga se dio durante la hora de visita familiar, por lo que cientos de familias entraron en pánico al escuchar detonaciones de armas de fuego y corrieron, lo que fue aprovechado por los reos para confundirse entre la población.
Los reos amotinados quemaron colchones, ropa y muebles, mientras que en el interior del penal se escuchan disparos.
Personal del Ejército Mexicano, de la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y de la Agencia Estatal de Investigación, colaboran con la Fiscalía General del Estado para devolver la tranquilidad en el Cereso.
Los Mexicles, el grupo delincuencial que estaría peleando por el control del penal. Se trata de una pandilla compuesta principalmente por migrantes mexicanos deportados desde Estados Unidos y se les considera criminales altamente violentos.
Operan a favor del cártel de Sinaloa, sin embargo, mantienen rivalidades con grupos como Los Chapitos y Los Artistas asesinos, aún cuando trabajan para el mismo bando de narcotraficantes.