Viernes 12 de Enero de  2024
CAMBIOS EN EL GABINETE

Luis Rodríguez Bucio es el militar a cargo de la Subsecretaría de Seguridad; sustituye a Ricardo Mejía

El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo el anuncio en la mañanera y dijo que el funcionario saliente "ni adiós le dije"

Escrito en NACIONAL el

APRO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador reprochó la salida de Ricardo Mejía Berdeja, como subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, quien contenderá como el candidato del Partido del Trabajo en la elección de Coahuila. En su lugar estará el general Luis Rodríguez Bucio, primer militar en esa posición.

“Se fue Ricardo Mejía ahora sí que no me dio ni el adiós, nada más me envió un papel”, expresó el mandatario. Sin embargo, destaca el reemplazo por el historial del general.

En abril de 2019, Luis Rodríguez Bucio se encontraba sumido en la incertidumbre, 24 horas antes había sido notificado del nuevo encargo que tendría; comandaría a la Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad creado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

"Debo advertir algo, yo tengo, creo que 24 horas escasas de saber de mi nueva designación. De manera que muchas cosas no estoy totalmente enterado, ayer empecé un proceso de inmersión en mi nueva misión”, dijo el comandante en la conferencia de prensa matutina en aquel entonces.

La designación causó polémica porque está establecido que la Guardia Nacional debía estar bajo las órdenes de un mando civil.

Antes de ser designado por el presidente de la república como director de la Guardia Nacional, Rodríguez Bucio se desempeñó como agregado militar en la Junta Interamericana de Defensa (JCI) adscrita a la Organización de Estados Americanos.

Su ascenso en el escalafón militar despuntó en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón. Especialmente, tras sus operaciones de campo en regiones controladas por el cártel de Los Zetas. En sus inicios dentro de las Fuerzas Armadas,

Rodríguez Bucio fue enviado a Fort Gulick, en la zona del canal de Panamá, donde hizo el curso de operaciones de patrullas en la Escuela de las Américas del ejército estadunidense.

De 1993 a 1994 fue adscrito como subjefe en la 19/a. Zona Militar, en Tuxpan, Veracruz y Subjefe de Estado Mayor de la Fuerza de Tarea Marte XXII, en Badiraguato, Sinaloa, cuya función principal fue la erradicación de enervantes en el llamado Triángulo Durado de las Drogas.

De 1994 al año 2000, se desempeñó como coordinador de grupos interinstitucionales en trabajo de campo en el CISEN, cuya experiencia, le valió posteriores ascensos en áreas de análisis de datos e inteligencia.

De agosto del 2003 a septiembre del 2004, fue Comandante del Segundo Batallón de Fuerzas Especiales, con sede en Temamatla, México, periodo en el que participó al Mando del Batallón en Operaciones contra el narcotráfico en regiones controladas por el Cártel de Sinaloa.

Tras ser nombrado por el gobierno de Vicente Fox agregado militar y aéreo en la embajada de México ante la República Federal de Alemania, y jefe de Estado Mayor en el Cuartel General de la 14/a Zona Militar de Aguascalientes, el gobierno de Felipe Calderón lo nombró primero subjefe, y posteriormente jefe del Grupo de Análisis e Información de Narcotráfico de la Sedena.

Dicho cargo lo ocupó entre los años 2004 a 2010. Posteriormente, entre 2010 a 2011, fue adscrito a la Comandante de la Guarnición Militar de Cancún, Quintana Roo. De ahí pasó a la jefatura de Cuartel General de la IV Región Militar como Coordinador de Operaciones, en Monterrey, para atender las actividades de los grupos delincuenciales en Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí.

Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto ocupó dos carteras: la primera, Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos entre 20, y posteriormente, en agregaduría militar y área en la Embajada de México en Washington, hasta que alcanzó la jefatura de la JID. Cabe destacar que en el último puesto, su función coordinó la agenda regional de lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, el narcotráfico y las amenazas locales con influencia subregional, como la migración y el tráfico de personas.

En su ensayo “Esbozo histórico de la participación de las Fuerzas Armadas en las acciones gubernamentales contra el narcotráfico en México”, escribió:

"Las fuerzas armadas de los países productores y de tránsito de drogas, como México, seguirán participando en el esfuerzo por reducir la oferta, con altibajos en sus resultados. La debilidad de las instancias encargadas de su atención, principalmente la PGR, desde que se le asignó las responsabilidad de atender la problemática del narcotráfico, nunca ha desarrollado capacidades que permitan retirar a las fuerzas armadas de esa tarea. Las diferentes acciones realizadas por las fueras armadas en México indudablemente han logrado afectar la estructura de las organizaciones de narcotráfico, sus capacidades económicas, sus relaciones comerciales y liderazgos; sin embargo, su capacidad de recuperación, de adaptación y flexibilidad, les permiten reducir las afectaciones y continuar operando".