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Tibieza podría ser el adjetivo más adecuado para el rector de la UNAM, Enrique Graue, pues al tener entre sus manos la decisión sobre el plagio de la tesis de la magistrada Yasmín Esquivel, prefirió decir “pase a la otra ventanilla”.
En el ámbito académico y político se dice que, de haber actuado con firmeza, la cabeza de la máxima casa de estudios habría sentado un precedente para que en futuras ocasiones a ningún alumno se le ocurra hacer la trampa del copy-paste para titularse.
Ahora será la Secretaría de Educación Pública, a cargo de Leticia Ramírez Amaya, una incondicional del actual gobierno que, aún confirmado el robo de información, está del lado de la juzgadora. Todo indica que el tema quedará ahí, en el limbo.