El incremento de muertes de indocumentados en la frontera entre Estados Unidos y México, ha derivado en una crisis en las morgues de los estados de Texas y Arizona, pues prácticamente todos los días muere al menos una persona que va en busca del “sueño americano”.
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Según diversos reportes de agencias internacionales y medios locales, morgues como la del sector de Eagle Pass, perteneciente al condado de Maverick, en el estado de Texas ya no cuentan con espacio; sin embargo, las autoridades fronterizas siguen recuperando cuerpos del Río Bravo.
Funcionarios de esta ciudad aseguraron que la morgue local tiene una capacidad máxima para ocho cuerpos, pero actualmente recuperan uno diario e incluso hay ocasiones en las que la cifra se eleva a seis en un solo día.
Esta situación está provocando que la autoridad estadounidense, en aras de desocupar las instalaciones, deba acelerar el proceso de identificación al grado de caer en omisiones en los registros de la información.
Organizaciones como Coalición de Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos del Sur de Texas han mostrado su preocupación porque los restos sean enterrados antes de ser completamente identificados, pues en muchas ocasiones no se extrae muestra de ADN de los restos y se saltan pasos importantes de los que generalmente toman datos para procesar e identificar los cuerpos.
Por el momento, esta morgue almacena los cuerpos en camiones refrigerados pero opera al límite o rebasada en su capacidad.
No sólo en el Río Bravo hay fallecimientos, pues autoridades de Maverick aseguran que todos los días algún propietario de rancho encuentra dentro de sus instalaciones a una persona fallecida.
En el condado de Webb, también en Texas, la situación es muy parecida. Esta morgue que además recibe a los fallecidos de condados vecinos, tuvo que comprar cinco refrigeradores portátiles y prácticamente está al límite de su capacidad.
En este espacio de la frontera entre México y Estados Unidos, de enero a agosto de este año se ha reportado la muerte de 218 migrantes, que hasta el momento ya rebasaron los 196 fallecidos en todo 2021.
En la frontera con Arizona la situación es la misma. Ahí se contabilizan 126 migrantes fallecidos, que en su mayoría han abarrotado la morgue del condado de Pima, donde también han recurrido a cuatro contenedores con 80 espacios cada uno, para poder almacenar los cuerpos.
En este estado la mayoría de los cuerpos que aguardan en la morgue se encuentran en calidad de “desconocidos”, pues debido a que muchos son recuperados en el desierto, se descomponen rápidamente y eso vuelve más compleja la identificación.
Aunque en algunas ocasiones la autoridad también recupera objetos que se encuentran cerca a los cuerpos, no es suficiente para una identificación.
Debido a la falta de espacios, los cuerpos únicamente pueden ser resguardados por cuatro meses y posteriormente son cremados y la autoridad conserva un pedazo de hueso para una posible identificación en el futuro, a través de ADN , sin embargo las pruebas genéticas requieren de una muestra de familiar, para hacer la comparación.
Según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en lo que va del 2022 se han reportado 750 migrantes fallecidos en toda la frontera, mientras que el año pasado la cifra se situó en 557.