El caso Ayotzinapa tiene a varios exfuncionarios del sexenio pasado nerviosos, pues según las versiones que corren en el Ministerio Público los alcances de la investigación sí podrían tocar la más alta esfera del peñismo.
Al ya detenido Jesús Murillo Karam, entonces procurador General de la República, y al extitular de la Agencia de Investigación Criminal, el hoy prófugo de la justicia Tomás Zerón, se les podría imputar por el delito de tortura; además de que al primero también se le alistaría un juicio por desvío de recursos de la extinta PGR.
Adicionalmente, según las declaraciones del testigo colaborador, la urgencia del gobierno en turno llevó a los encargados de la investigación a cometer todo tipo de pifias para armar la llamada “verdad histórica”, fallas que serían constitutivas de delito y de las que habrían estado al tanto al menos un par de secretarios de Estado y, por supuesto, de las que se dio reporte puntual en Los Pinos.