La regidora del municipio de Bácumm, en el estado de Sonora, Verónica Montiel Cortez, fue asesinada a balazos la noche de este miércoles, al salir de un gimnasio, en Ciudad Obregón. Con este homicidio van cuatro semanas consecutivas en las que alguna autoridad municipal ha sido blanco de ataques violentos.
Apenas la semana pasada, el 11 de junio, fue asesinado frente al Palacio Municipal, Alfredo Valle, director de Desarrollo Económico, del municipio de Teoloyucan, Estado de México. El 8 de junio el presidente municipal de Teopisca, Chiapas, Rubén de Jesús Valdez Díaz, fue privado de la vida mientras se encontraba a bordo de su camioneta.
En tanto, el 26 de mayo, el presidente del DIF del municipio de Acayucan, Veracruz, Clemente Nagasaki Condado Escamilla, fue privado de la vida mientras se encontraba en un evento con mujeres.
El 3 de junio, en el municipio de Tlalnepantla Morelos, dos hombres intentaron matar al presidente municipal Ángel Estrada Rubio, pero gracias a la rápida reacción del edil, logró salir con vida, aunque recibió un par de disparos.
Del año 2000 al 16 de junio de este 2022, mil 273 políticos fueron asesinados, 189 eran exalcaldes, 144 aspirantes precandidatos y candidatos; y 225 ediles propietarios (94 alcaldes, 100 regidores y 31 síndicos), de acuerdo con datos de la consultora Etellekt.
De ellos, el 85% de las víctimas desarrollaba su actividad política en el ámbito municipal; es decir, eran directores de gobierno, alcaldes, regidores o síndicos.
Según el “Primer informe de violencia política en México, proceso electoral 2022” de Etellekt, existe una tendencia a la alza en los crímenes de presidentes municipales, pues de los 94 alcaldes propietarios asesinados, 17 se registraron en la presente administración, es decir, hay un aumento del 21% con relación al mismo periodo de gobierno inicial de Enrique Peña Nieto y del 70% comparado con el mismo periodo inicial del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
Las causas de estos crímenes pueden ir desde vínculos con el crimen organizado, rencillas, robos, cuestiones personales o vínculos políticos.
Además, en más del 90% de estos crímenes no se ha podido determinar un factor dominante. De los 17 asesinatos en este sexenio, más los 41 regidores, síndicos y otro tipo de funcionarios municipales, sólo dos de ellos cuentan con una sentencia condenatoria.
“Con base en las carpetas cerradas de investigación, donde hay sentencias condenatorias, ésta es una problemática que se explica de manera multifactorial. En algunos casos sí hay participación de grupos criminales, pero no sabemos si únicamente fue por represalias de grupos delictivos, sobre todo esto pasa con alcaldes, que en la medida de que estas autoridades no cedieron en darles protección o, peor aún, que tuvieron algún tipo de pactos con grupos rivales; pero no sabemos si esta fue la única razón, o si detrás de esto hay la propia intervención de caciques locales, que en la medida en que también tenían sus propios pactos estos se rompen cuando llega un nuevo partido al poder”, señaló Rubén Salazar, director de Etellekt en entrevista con Vía.Tres.
Un factor que destaca en estas agresiones es que se han registrado en “comunidades totalmente alejadas del centro político de sus estados, de sus capitales; muchas veces del tipo rural, carecen de presupuestos importantes”.
“Aún cuando son municipios pobres, son municipios estratégicamente muy importantes porque están enclavados, muchas veces, en corredores carreteros que son de vital importancia para la actividad económica legal o ilegal”, refirió Salazar.
De los 94 alcaldes asesinados en 12 años, ninguno pertenecía a las 31 capitales ni mucho menos a las 16 demarcaciones de la CDMX, tampoco a ciudades metropolitanas, con excepción de dos casos, el de un alcalde que fue asesinado en Villa Madero, Michoacán, y otro en Valle de Chalco.
De acuerdo con el director de Etellekt, los asesinatos se concentran en los estados del Pacífico Sur, Oaxaca, Michoacán, Jalisco y Chiapas.
“En el gobierno de Calderón toda la violencia contra alcaldes estuvo concentrada en los estados del norte del país y quizás Veracruz y Michoacán, donde se estaba produciendo todo este teatro de operaciones en contra del narco”.
Después, con Peña Nieto, toda esa violencia contra alcaldes se fue hacia los estados del Pacífico Sur, Guanajuato y Puebla y hasta la fecha ahí sigue.
“Pensamos que también varía en función de los objetivos que tiene la estrategia de seguridad, o sea con Peña el objetivo ya no eran los cárteles que operaban en el norte del país, sino el Cártel Jalisco, que operaba en el Pacífico y que robaba combustibles en Puebla y Guanajuato, y ahí es donde están matando alcaldes ahora”, detalló Rubén Salazar.
Otro dato que resalta es que de los 17 alcaldes asesinados, el 76% eran opositores a los gobernadores; así también las alternancias políticas han acrecentado estos delitos, debido a la dispersión del poder.
“Ahora son los alcaldes los que se convierten en los nuevos jefes políticos y ahora ellos son quienes definen quién puede llegar a ser candidato y quién no, pero peor aún, son quienes pueden tener pactos político-delictivos con menos grupos”, agregó.
Finalmente, el director de Etellekt señaló que la única manera de saber el origen de los asesinatos a estos actos políticos es exigiendo a las Fiscalías las detenciones de los autores intelectuales.
“La única manera de saber la verdad es demandar a las fiscalías que esclarezcan los móviles y eso únicamente lo podrán hacer logrando la detención de los autores intelectuales y a veces cuando eso pasa no es tan fácil”, advirtió.