El enviado especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, y una veintena de empresarios del sector energético se reúnen en dentro de unas horas con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien pretende defender su "modelo" de sector eléctrico.
"Queremos mantener buenas relaciones con el Gobierno de Estados Unidos, relaciones de amistad. Y también buscar la integración económica con respeto a nuestras soberanías", dijo el mandatario.
"Afortunadamente John Kerry y el embajador, Ken Salazar, han ayudado mucho, y también empresarios que están dispuestos a que se llegue a acuerdos. A regularizar su situación", agregó el mandatario.
Aunque se anunció que el encuentro entre las delegaciones de México y Estados Unidos tenía el afán de acelerar la cooperación contra la crisis climática, López Obrador centró sus palabras en el mercado energético y de combustibles fósiles y en la necesidad de aprobar su polémica reforma eléctrica.
De acuerdo con lo que se ha establecido de la iniciativa presidencia, la reforma limitaría al 46% la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Además, eliminaría los reguladores autónomos de energía, revisaría contratos previos y priorizaría a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados.
A los empresarios de Estados Unidos "se les va a informar sobre nuestro plan de generación de energías limpias y del propósito de fortalecer a Pemex, a la Comisión Federal de Electricidad, es decir a las empresas públicas", explicó el presidente.
Dijo que "al mismo tiempo" se va a "definir" cuáles "minerales estratégicos" van a estar manejados por empresas de la nación, como el litio.
En abril se discutirá la iniciativa y respectoa la postura de los legisladores, el jefe del Ejecutivo alentó a diputados y senadores "a definirse si están con las empresas o están con la nación".
En octubre pasado, Kerry puso a México como ejemplo en la lucha contra el calentamiento global, haciendo alusión al millón de hectáreas reforestadas como parte de la iniciativa Sembrando Vida.
Sin embargo, solo unos meses más tarde, en enero de este año, la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, expresó las "preocupaciones" de Washington por el "potencial impacto negativo" de la reforma eléctrica que impulsa López Obrador.