La carta que difundió el exconsejero Jurídico de Presidencia este fin de semana habría acelerado una estrategia al interior de la autollamada Cuarta Transformación para evitar que el conflicto entre Julio Scherer Ibarra y el fiscal Alejandro Gertz Manero alcance al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Después de la comparecencia, más parecida a una reunión entre amigos, que el titular de la FGR tuvo con la Jucopo, desde el Senado de la República estimaron que la única vía efectiva para destituir a Gertz Manero de su encargo sería a petición del jefe del Ejecutivo; quien, dicho sea de paso, no habría recibido nada bien el texto publicado en Proceso tan solo dos días antes de la inauguración del aeropuerto de Santa Lucía, una de sus obras prioritarias.
El enojo que el pleito entre Scherer Ibarra y Gertz Manero generó en Palacio Nacional es conocido por propios y ajenos a la 4T; por lo que, por instrucción expresa del mandatario, en el primer círculo presidencial hay más de uno diseñando la vía con la que López Obrador podría deshacerse de ambos personajes, y midiendo el impacto de los acuerdos que se romperían en caso de que se ponga en marcha ese plan.