APRO.- Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es conocido por ser parco pero claro en sus discursos y entrevistas. Ahora, a sus 87 años, no tiene empacho en advertir que a la democracia mexicana le hace falta “limpiarla” de la delincuencia –que “es como un cáncer” a lo largo y ancho de todo el país–, de graves casos de corrupción “chicos y grandes”, de la falta de compromiso de todos los partidos políticos, de los “dineros sucios”, de la actuación de funcionarios que empañan las elecciones y también de la reelección que, asegura, es una “tentación” constante en la historia del país.
Entrevistado por la revista Proceso con motivo de su más reciente libro, Por una democracia progresista. Debatir el presente para un mejor futuro (Penguin-Random House), el que fuera candidato presidencial tres veces (1988, 1994 y 2000) hace una revisión y análisis crítico de la situación del país, la cual, afirma, es necesario corregir para alcanzar mejores niveles de bienestar para todos los mexicanos.
Aunque no habla directamente de la actual administración de Andrés Manuel López Obrador, sí la incluye en su análisis del incremento de la pobreza en los últimos tres años, del aumento de la violencia y la inseguridad, lo mismo que de la militarización del combate a la delincuencia organizada que, sostiene, es un error, porque no ha dado resultados favorables en las últimas décadas, sino todo lo contrario.
Desde el inicio de su libro y durante la entrevista, el ingeniero Cárdenas expone la necesidad de un debate sobre cómo mejorar integralmente la realidad actual del país “para dar solidez a un futuro de progreso y bienestar sostenidos para México y los mexicanos”, y corregir errores que vienen desde la Revolución, porque “el tobogán de deterioro que prevalece en la actualidad no puede ni debe ser el futuro de México”.
Su apuesta es por una “democracia progresista” con una sociedad igualitaria, una economía en expansión y una cultura floreciente dentro de un pleno estado de derecho. Propone que hacia allá se debe dirigir el esfuerzo colectivo para “ampliar, consolidar y limpiar nuestra democracia”.
Cárdenas explica que cuando manifiesta que hay que “limpiar” la democracia mexicana se refiere a que se tiene que corregir la presencia en todo el país de la delincuencia organizada, de la inseguridad y de la corrupción que “son cuestiones que sin duda se tienen que limpiar, limpiar con base en la ley, evidentemente”.
“Yo creo que a nadie se le escapa que ha habido hechos graves de corrupción, que hay chicos y grandes, y esas cuestiones se tienen que corregir, se tienen que limpiar justamente”, advierte.
–¿Esto ha ensuciado más la democracia en México?
–Hay muchas cosas, pero me parece que este es un factor que sin duda inhibe mejores condiciones de vida y mejores condiciones de desarrollo.
La militarización, un error
Con raigambre en Michoacán, donde están las raíces de la familia Cárdenas que ha gobernado en cuatro etapas distintas en casi un siglo –el general Lázaro Cárdenas del Río (1928-1932), Dámaso Cárdenas del Río (1950-1956), Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (1980-1986) y Lázaro Cárdenas Batel (2002-2008)–, se le inquiere sobre la situación de seguridad y de dominio del crimen organizado en la entidad.
De inmediato ataja señalando que no sólo en Michoacán, sino en todos los estados del país se vive esta situación de inseguridad e ingobernabilidad. “Como la vemos en Guerrero, Tamaulipas, en Chiapas y cualquier otro estado de la República. Desafortunadamente no se escapan de las situaciones generales del país”, precisa señalando que los vacíos de gobernabilidad también son un problema que se registra en los 32 estados de la República.
Advierte que esta situación pone en la necesidad de enfrentar los problemas, no repitiendo supuestas soluciones que no han dado más resultados que complicar los problemas, lo mismo que se ha estado haciendo en materia económica en los últimos 40 años.
“Se trata de corregir un mal aplicando la misma medicina que se aplicó anteriormente y lo único que se hace es ahondar el propio mal. Entonces lo que tenemos que plantearnos es qué otros caminos tenemos que buscar, qué otros caminos tenemos que explorar, para que efectivamente puedan resolverse los principales problemas del país.”
Cuauhtémoc Cárdenas reitera que en el tema de seguridad, la estrategia militar para combatir la delincuencia organizada no es el camino y que las fuerzas castrenses tendrían que ser sustituidas de manera gradual por cuerpos civiles, como lo marca la Constitución.
Considera que es también un error pasar la Guardia Nacional a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional, “porque seguimos militarizando el combate a la delincuencia en vez de hacerlo depender de cuerpos de carácter civil que, me parece, sería lo más correcto”.
–En la parte de la seguridad e inseguridad hay un tema que es la corrupción, se han corrompido las instituciones…
–Yo no diría que las instituciones. Son las personas. La institución tiene un reglamento y ahí dice que todos se tienen que portar bien. Eso dice la ley. Entonces quien se corrompe no es la institución sino las personas que son las responsables de hacerla funcionar bien o mal, cumplir o no cumplir los objetivos que tiene una institución cualquiera.
La tentación de la reelección
En el tema electoral Cuauhtémoc Cárdenas advierte que todos los partidos políticos que hoy participan en la vida política del país carecen de propuestas respecto a qué modelo de nación pretenden desarrollar, qué tipo de sociedad o qué tipo de convivencia social quieren desarrollar y cómo quieren la relación de México con el mundo.
Aclara que no tiene elementos para hablar de la reforma electoral que prevé proponer el presidente López Obrador, pero asegura que hoy tenemos una mejor democracia electoral que la que teníamos antes.
No obstante, asevera que en este rubro hay cuestiones que corregir, como “evitar que haya dineros sucios en los procesos electorales, evitar que funcionarios públicos interfieran o traten de desviar o de orientar los procesos electorales fuera de sus facultades legales”.
Y advierte que la tentación de la reelección –presente a lo largo de la historia del país– sigue viva a pesar de que han transcurrido muchos años de la Revolución, por lo que “hay que reforzar la ley” para contenerla.
–¿Esa tentación se mantiene?
–No sé. Esa es cosa de cada persona, no le podría decir qué piensan otras personas. Creo que la reelección es algo que no favorece la vida democrática del país.
Cuauhtémoc Cárdenas se define como una persona identificada con los principios avanzados de la Revolución Mexicana y sostiene que aun cuando ha pasado más de un siglo, este movimiento sigue vivo porque hay muchas cuestiones que están pendientes: la igualdad en todos los órdenes, el ejercicio pleno de la soberanía, limpiar de la delincuencia –que es un cáncer a lo largo y ancho del país–, mejor educación, mejor salud, oportunidades iguales para todo el mundo, mejor relación en el plano internacional…
–En una parte de su libro dice que la democracia progresista aún está distante. ¿Qué tan distante está?
–En tiempo no podría decir si poco o mucho. Habrá que ver cómo evolucionan las cosas en el país en los próximos tiempos, no diría años sino tiempos, para poder tener efectivamente una sociedad igualitaria, para poder terminar con privilegios indebidos, para tener una equitativa distribución de la riqueza pública, para que todo mundo tenga satisfechas sus necesidades básicas, una mejor relación internacional.
“¿Cuánto tiempo falta? No lo sé decir. Será cosas de cómo se logren organizar las fuerzas políticas y sociales, qué tanto logren empujar en ese sentido.
–¿Se siente satisfecho de cómo ha ido evolucionando el proceso político y democrático?
–Creo que hay muchos pendientes. Por eso sigo insistiendo en ello. Por otro lado, cada quien pelea desde la trinchera que tiene. No podría inventar otra.