Vía rápida

Más sabe el diablo por viejo que por diablo, dice el refrán… y no es por hacer comparación alguna, sino por entender el contexto en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador decide despertarse un día con ánimos de defender al pueblo mexicano del imperialismo español; esto al grado de proponer una “pausa” en la relación entre los dos países.
 
Veamos… el líder de la 4T lleva dos semanas en una muy severa crisis de imagen, tras la difusión de un reportaje sobre los lujos y presuntos conflictos de interés de su primogénito José Ramón López Beltrán; las imágenes y comentarios sobre el estilo de vida del “junior” en Houston, Texas, inundan el terreno favorito del propio presidente: las benditas redes sociales.
 
La aspirante consentida, Claudia Sheinbaum Pardo, también se encuentra en medio de severas críticas por el uso inapropiado del medicamento Ivermectina; lo que, sumado a los problemas presidenciales, ya está impactando aceleradamente las encuestas de popularidad e, incluso, las intenciones de voto en los estados que cambiarán gubernatura. Sin duda, un desencuentro con los conquistadores de España, resulta en este marco un extraordinario conflicto para llamar la atención.