Durante la presente semana, Colima ha sido sede de enfrentamientos armados y ejecuciones que obligaron al cierre de escuelas y negocios. Por tal motivo, se puso en marcha un operativo de seguridad entre la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional.
La capital colimense y los municipios aledaños de Coquimatlán y Villa de Álvarez enfrentan una jornada de violencia, acompañada de la aparición de “narcomantas”, firmadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y dirigidas a los grupos criminales Los Mezcales y Cártel Independiente de Colima.
Esos grupos delictivos fueron señalados por el secretario de Seguridad Pública de la entidad, Manuel Llerandi, como los culpables del motín en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Colima, el pasado 25 de enero.
En uno de los mensajes, el CJNG se describe como el “dueño de todo Colima”, mientras que en otro texto el Cártel Independiente informa que “se viene una guerra”. En otras mantas aparecidas en la entidad, los presuntos delincuentes amenazan a la gobernadora morenista Indira Vizcaíno, quien asumió el gobierno estatal el 1 de noviembre de 2021, incluyendo como promesa el combate a la inseguridad.
Apenas el 3 de febrero, en conferencia en Palacio Nacional, el secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, confirmó que Colima tuvo un incremento de homicidios dolosos de noviembre a diciembre de 2021, al pasar de mil 617 eventos a mil 726.
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Punto estratégico en la ruta del fentanilo
Colima es un punto estratégico para la distribución de fentanilo, un opioide sintético proveniente de China con una constitución similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente.
En el artículo académico Fentanilo en México: confiscación de cargamentos 2017-2019, de Josué Ángel González Torres, de la Universidad Nacional Autónoma de México, se establece que los precursores químicos de la droga proveniente de Asia llegan a México para su traslado hacia Estados Unidos, principal mercado de este producto.
En la ruta del Pacífico los cargamentos desde Asia llegan a los puertos de Lázaro Cárdenas (Michoacán), Manzanillo (Colima) y Puerto Vallarta (Jalisco,) para después subir por vía terrestre hasta Baja California, donde se distribuye hacia Estados Unidos.
Pero México no sólo es vía de transporte ya que, de manera creciente, se ha establecido como zona de producción, y al menos dos grupos criminales están involucrados a nivel doméstico en su comercialización: el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Así el opioide puede trasladarse en estado puro o se mueve a laboratorios clandestinos donde se le incorporan otras drogas, como cocaína o heroína, para así crear píldoras que se envían al país del norte con mayores ganancias.
“Uno de los elementos más atractivos para los grupos criminales es el precio del fentanilo. Un kilo con alto nivel de pureza obtenido en China puede tener un costo que va de los tres mil 300 a los cinco mil dólares. Ese mismo kilo puede ser rebajado o mezclado con otras drogas para obtener de 16 a 24 kilogramos de producto para la venta, con lo que se puede obtener una ganancia de entre 1.2 y 1.9 millones de dólares”, detalla el estudio académico.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, más de 47 mil personas mueren cada año en ese país por el consumo de fentanilo.