Cientos de vecinos de Cuautitlán Izcalli se movilizaron este jueves en demanda de justicia para el señor Jorge, vendedor de tamales que el pasado 24 de diciembre murió atropellado por un conductor ebrio de nombre Ken Omar “N”, a quien la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) dejó en libertad 48 horas después.
A gritos de “¡Justicia!” y “¡Queremos al asesino!”, entre otras consignas, los manifestantes recorrieron calles aledañas a la autopista México-Querétaro, misma que posteriormente bloquearon de forma intermitente, en tanto que el hijo de Jorge, de 21 años, aseguró que no otorgará el perdón al conductor homicida, porque con nada retribuye la pérdida de su padre.
Posteriormente, las consignas de justicia, junto con gritos demandando la renuncia de la alcaldesa de Cuautitlán Izcalli, Karla Fiesco, a quien se le atribuye ser amiga del homicida y haberlo protegido, llegaron hasta las inmediaciones de la autopista, donde los inconformes se plantaron y realizaron bloqueos intermitentes.
Tras las denuncias de impunidad en el caso de Jorge Claudio Mendoza, este viernes el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, pidió a la fiscalía mexiquense revisar los hechos.
A pregunta de un periodista en una conferencia para informar del avance del Tren Interurbano México-Toluca, Del Mazo dijo desconocer la razón por la que el conductor fue liberado, pero pidió a la fiscalía explicar el hecho.
“Hay que revisar el caso a fondo para ver por qué determinó esto el Ministerio Público, y yo le pediría a la Fiscalía del Estado de México que pudiéramos revisar este asunto para poder informarles”
Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México
En otro momento, el mandatario mexiquense se comprometió a dar la información este mismo día.
En la conferencia también se encontraban la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, que lamentó la muerte del comerciante y dijo que el caso compete a la Fiscalía del Estado de México, pero que confía plenamente en el gobernador Del Mazo, por lo que se comprometió a que no habría impunidad.