Jueves 11 de Enero de  2024
SEDENA LEAKS

Desde el Campo Militar Uno, elementos castrenses vendieron armas al crimen organizado

Según el documento uno de los militares coludidos sería escolta de un coronel originario de Tepalcatepec, Michoacán, “que gusta de dinero, bebida y le entra a todo”.

Créditos: Cuartoscuro
Escrito en NACIONAL el

Un informe de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reveló que desde el Campo Militar Uno, ubicado en la Ciudad de México, elementos de esta corporación ofrecieron y vendieron armas y municiones a grupos del crimen organizado. 

El informe con fecha de 10 de junio de 2019 forma parte de los documentos hackeados por el grupo Guacamaya y fue difundido por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

En él se detalla que la Sedena tuvo conocimiento que un militar ofrecía equipo táctico, armas y granadas, además de proporcionar información de movilidad y operativos de fuerzas armadas a una célula de un cártel del narcotráfico que tiene su base en Tejupilco, Estado de México, del cual no menciona el nombre.

“El 31 de mayo (de 2019), el militar ofreció a operadores del grupo delictivo 70 granadas de fragmentación a un costo de 26 mil pesos cada una; la célula delictiva confirmó la compra de ocho de ellas, las cuales fueron entregadas en Atlacomulco, Estado de México”, se lee en el documento extraído. 

Al retomar un análisis de metadatos del equipo telefónico utilizado por el militar, las autoridades confirmaron que la base de operaciones del soldado ligado a los criminales está en el municipio de Villa de Almoloya de Juárez, cerca del octavo regimiento mecanizado de la Sedena.

Según la Defensa Nacional, el proveedor de armas y equipo táctico es otro presunto integrante del Ejército mexicano, a quien los criminales se refieren como “antiguo” y que  tiene su base en el Campo Militar No. 1 de la Ciudad de México, según el análisis de su señal telefónica.

Al momento de elaborarse el reporte de inteligencia se desconocía la identidad de ambos militares.

Sin embargo, en otro reporte del 24 de junio de 2019 se menciona que este mismo militar es escolta de un mando castrense al que los criminales llaman “nuevo comandante” y que tiene el rango de coronel.

Según el docuemto, la Sedena habría interceptado llamadas en las que el militar informó a un líder del grupo delictivo que tenía un nuevo jefe y que forma parte de su escolta.

Describió a su superior como un coronel originario de Tepalcatepec, Michoacán, “que gusta de dinero, bebida y le entra a todo”.

Las llamadas interceptadas también permitieron saber que a ese elemento castrense, los criminales solicitaban  “dos millares de municiones para fusil AK-47, cinco millares para R-15 y 50 cargadores de cada tipo de rifle”.

Tal es la colusión con el grupo criminal, que el propio militar ofreció colaborar con los delincuentes para la ubicación del fiscal regional en Amecameca, porque supuestamente a petición del líder delictivo se planeaba su asesinato.