Por envidia, omisión o decisión el Fonatur, de Rogelio Jiménez Pons, no le ha avisado al gobierno de Quintana Roo, de Carlos Joaquín González, cómo va a ser la nueva ruta del Tren Maya por aquellas tierras; esto después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara una modificación en el trazo.
Envidia porque, dicen, este año que deje el encargo en el estado, Joaquín González podría llegar a ocupar la cartera que ocupa Jiménez Pons en la dirección del fondo para fomentar el turismo en el país. Omisión porque cuentan que, hasta este jueves, en el Caribe no han tenido noticias sobre el nuevo proyecto anunciado desde la mañanera; no obstante, están dispuestos a colaborar para acelerar la conclusión del Tren.
Y la decisión de no compartir el proyecto podría derivar también de que desde la Federación se determinó ya no inmiscuir a los gobiernos estatales en la construcción de obras de infraestructura; incluso fue en el Caribe en donde se interrumpió la licitación del puente sobre la Laguna Nichupté para que pasara a manos del gobierno central; más específicamente, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de Jorge Arganis y del Ejército que comanda Luis Cresencio Sandoval.