El gobernador del estado de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, suele comentar a sus cercanos que decidió lanzarse por su actual puesto porque decidió aprovechar sus habilidades empresariales, básicamente para colocar a su entidad como uno de los centros turísticos más importantes del planeta.
Lo que nunca se imaginó el político es que el 90% de su tiempo como mandatario estatal tendría que dedicarlo a actividades de policía; luego de que el estado caribeño se convirtió en un centro importante de operaciones de casi todos los cárteles presentes en el país, incluido el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Sin duda, y a la luz de los recientes hechos, la labor de Joaquín González y sus cuerpos de seguridad ha dejado mucho que desear; pero en aquellas tierras están convencidos de que en esta escalada de violencia han tenido mucha responsabilidad, aun afuera del gobierno, Jorge Emilio González y los intereses de su Partido Verde.