El Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, aseguró que “nadie será despedido” en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH); esto a pesar de que el director de la institución, Hilario Topete, denunció que se le había instruido ya no convocar a laborar a trabajadores eventuales que realizan actividades administrativas esenciales.
De acuerdo con los señalamientos de Topete, la instrucción se difundió el pasado 1 de enero a través de la Circular 401.4C.1.2021/3247, fechada el 29 de diciembre de 2021 y emitida por la Coordinación Nacional de Recursos Humanos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con base en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y en la política de austeridad del presente gobierno.
“A partir de este primero de enero de 2022 no se deberá convocar a laborar a ninguna persona que haya estado contratada como personal eventual al 31 de diciembre de 2021, siempre y cuando su contratación eventual no haya sido autorizada por Recursos Humanos”, dice la Circular firmada por el secretario administrativo del INAH, Pedro Velázquez Beltrán.
Con esta disposición “decenas de actividades dejarán de realizarse en la Escuela Nacional de Antropología e Historia a petición del INAH, el cual en días pasados exhortó a la institución a prescindir de los servicios que fueron contratados eventualmente en 2021”, dijo el director de la ENAH en un comunicado.
Hilario Topete advirtió que la medida implicaría que la escuela no pueda reanudar actividades, incluidas las relacionadas con los procesos de inscripción; lo que “afectará de manera significativa a la comunidad estudiantil, académica y de trabajadores diversos de la ENAH”.
Académicos de la institución emitieron también una carta para solicitar al presidente Andrés Manuel López Obrador y al director del INAH, Nahúm Noguera Rico, que mantengan a los trabajadores eventuales.
“Nos permitimos expresar nuestro apoyo irrestricto y unilateral a la petición del Dr. Hilario Topete Lara expresada en el Oficio en comento, en la cual se solicita se asegure la contratación de todo el personal eventual de las áreas anteriormente mencionadas, con el fin de que la Escuela Nacional de Antropología e Historia pueda cumplir tanto con sus funciones administrativas básicas como con sus funciones sociales: la formación de especialistas, el trabajo de investigación y difusión para conocer, mantener, proteger y difundir la riqueza material e inmaterial de la herencia cultural de la población mexicana”, se expresa en la carta.
Asimismo, los investigadores de varios niveles acusan que “el continuo recorte de presupuesto en los últimos años se ha reflejado en privaciones y reducciones económicas que han lacerado a la Escuela Nacional de Antropología e Historia”.
Finalmente, advirtieron que “el no cumplimiento de la petición realizada en el presente documento implicaría el cese técnico del funcionamiento de ésta, vulnerando tanto los derechos laborales de los trabajadores de la institución como el derecho de los alumnos a recibir una educación gratuita y de calidad”.
En respuesta, Jesús Ramírez Cuevas emitió en redes sociales el siguiente mensaje: “En la Escuela Nacional de Antropología e Historia nadie será despedido; los eventuales que laboraron en 2021 serán recontratados. También los profesores de asignatura. Los que prestan servicios por honorarios, capítulo 3000 trabajarán como en 2021. Así informa el director del INAH”.
De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación, en su edición del 18 de septiembre de 2020, la política de austeridad de este gobierno “busca combatir la desigualdad social, corrupción, avaricia y despilfarro de los bienes y recursos nacionales a través de una administración eficaz, eficiente, transparente y honrada”.
Bajo esa premisa, desde 2019 se han registrado despidos de personal en la ENAH, situación que quedó asentada en un comunicado difundido el 30 de mayo de ese mismo año por la propia institución.