Tremendo madruguete quiso aplicar esta semana el ex gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, para auto nombrarse subsecretario de Gobernación, o mejor dicho, subsecretario de Gobierno; éste un puesto que, por cierto, se dijo desaparecería en aras de la austeridad tras la salida en 2020 del ahora cabildero y patrocinador de la 4T, Ricardo Peralta Saucedo.
Nadie alcanza a entender cómo se atrevió el bajacaliforniano a soltar semejante rumor a través de funcionarios morenistas de su estado, quienes por su investidura hicieron ver como verdadera una información que resultó ser una fake news; pero con objetivos seguramente muy bien planteados.
La alianza Bonilla y Peralta quiere recuperar a como dé lugar la Dirección General de Juegos y Sorteos, una oficina que en el pasado les ha ayudado a hacer grandes negocios y que, además ahora, les servirá para brindarle un gran susto a quienes se han convertido en unos muy duros rivales: los dueños del Grupo Caliente, la familia Hank.