Este miércoles, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) lanzó una convocatoria para iniciar un estudio clínico fase ll de la vacuna Patria, lo que supone un retraso conforme al calendario planteado por el organismo para el desarrollo del fármaco.
El pasado 13 de abril, María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt, informó que, según la agenda establecida, la primera fase concluiría en mayo, la segunda entre junio y julio, y para diciembre la vacuna estaría finalizando la fase III.
Conacyt perfiló tener la autorización de uso de emergencia de la vacuna Patria entre noviembre y diciembre, el último paso para poder utilizarla en la población.
No obstante, con un retraso de seis meses, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología iniciará apenas las pruebas en seres humanos.
Desde septiembre pasado, el Canciller Marcelo Ebrard confirmó que la vacuna mexicana contra la COVID-19 tenía un retraso de al menos cuatro meses, ya que en ese momento apenas estaba a la mitad de la fase l.
El secretario de Relaciones Exteriores aseguró ante el Senado que México presentó cuatro proyectos ante la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI por sus siglas en inglés), la cual cuenta con recursos de la Fundación Gates para financiar proyectos y así desarrollar vacunas contra enfermedades infecciosas, entre ellas la denominada Patria.
Después, el 14 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que se autorizaron 180 millones de pesos para avanzar en la investigación de la vacuna mexicana contra el COVID-19.
“Tiene todo el apoyo del Conacyt, el equipo de investigación. Acabamos de autorizar 180 millones de pesos para apoyar la investigación”, resaltó el mandatario.
Es así que para la fase II de la vacuna Patria, que fue financiada inicialmente con 15 millones de pesos de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y luego por más de 135 millones del Conacyt, se pidió apenas la inscripción de voluntarios para realizar pruebas a personas vacunadas, quienes comenzarán un proceso de aproximadamente un año.
“El objetivo de este estudio es evaluar el uso de la vacuna Patria como refuerzo para personas previamente vacunadas. Este estudio tendrá duración de un año, durante el cual se dará seguimiento a los y las participantes con visitas presenciales y llamadas telefónicas”, señaló el Conacyt.