Este martes, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, dijo durante una conferencia de prensa que los Estados Unidos deben cambiar la “actitud distorsionada” hacia su país y que, en caso de que las cosas no cambien, los americanos pueden esperar “conflicto y confrontación”.
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“La percepción e imagen que los Estados Unidos tienen de China está seriamente distorsionada. Consideran a China como su principal rival y el desafío geopolítico más importante. Esto es como si uno se pusiera mal el primer botón de la camisa”- dijo Gang.
La relación entre estas dos naciones potencia ha sido una que se ha fracturado profundamente por múltiples situaciones. Entre ellas se encuentra la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, la diferencia de opiniones por el conflicto entre Rusia y Ucrania y, más recientemente, los “globos espía” chinos que los estadunidenses han derrumbado en su territorio.
Por si fuera poco, en las últimas décadas se ha hablado mucho del concepto de “las guerras comerciales”, donde normalmente, se posiciona a los Estados Unidos y a China como los principales personajes de la narrativa. Especialmente desde que Donald Trump decidió imponer aranceles al país asiático de 50 mil millones de dólares en el 2018.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca en materia de seguridad, John Kirby, respondió rápidamente a los comentarios de Qin Gang con su propia conferencia de prensa, donde recalcó que es importante que China no envíe armas a Rusia para su invasión y que se respete la independencia de Taiwán. Al mismo tiempo, dijo que su país no busca conflicto con China, ni tampoco detecta un cambio en sus relaciones:
“Buscamos una competencia estratégica con China. No buscamos el conflicto. Nuestro objetivo es competir y nuestro objetivo es ganar esa competencia con China, pero absolutamente queremos mantenerlo en ese nivel”- dijo Kirby a los periodistas dentro de la Casa Blanca.