El fuerte terremoto de magnitud 7,7 que sacudió esta madrugada Turquía y Siria suma ya dejó a más de mil 800 muertos y más de 12 mil heridos, informaron diversas fuentes locales. En territorio turco serían unos mil 498 fallecidos y más de 5 mil 300 heridos, a los que se suman otras 810 víctimas mortales y 7 mil 584 lesionados en territorio sirio, informaron diversas fuentes.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue el encargado de anunciar el último balance de muertos y heridos en Turquía, si bien debido a que los trabajos de rescate están en marcha no quiso dar una cifra total de posibles víctimas.
“Es el segundo más fuerte desde el terremoto de Erzincan de 1939. Según las últimas evaluaciones es de 7.7. Hay graves daños también en las zonas vecinas de Siria”, dijo el mandatario turco, al confirmar que se han registrado derrumbes o daños graves en más de 2 mil 800 viviendas y que se ha rescatado con vida a 2 mil 470 personas de los escombros.
Por su parte, el Gobierno sirio, en manos del dictador Bashar al Assad, instó a la comunidad internacional a acudir en su ayuda después de que más de 800 personas murieran en todo el país, mientras se siguen buscando víctimas.
“Siria hace un llamamiento a los Estados miembros de Naciones Unidas... al Comité Internacional de la Cruz Roja y a otros grupos” humanitarios para que apoyen “los esfuerzos para hacer frente al devastador terremoto”, dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
En las zonas rebeldes del país, los socorristas de los Cascos Blancos dieron parte de 380 muertos y más de mil heridos. El balance, indicaron, podría aumentar ya que “cientos de familias están bajo los escombros”, y se suma a las cifras registradas por el gobierno de Damasco.
La organización, que opera en las zonas controladas por grupos yihadistas y rebeldes, advirtió que sus equipos sufrían “grandes dificultades” y necesitaban “material de rescate”. Según los Cascos Blancos, más de 133 edificios se derrumbaron por completo y 272 de manera parcial. Además, miles de edificios quedaron fisurados en el noroeste del país.