En medidas emergentes para controlar la crisis política poselectoral, el Tribunal Supremo de Brasil ordenó este lunes al Ejército desmantelar todos los “campamentos bolsonaristas” en un plazo de 24 horas, luego de los incidentes de este domingo en los que cientos de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro asaltaran las sedes del Congreso y el Supremo, además del palacio presidencial.
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El magistrado Alexandre de Moraes recalcó que estos campamentos deben ser desmantelados a la par de que la Policía arreste a “todos aquellos manifestantes que aún queden en las calles”; la revuelta ha dejado hasta ahora al menos 300 detenidos.
Moraes advirtió además, de que los comandantes y altos cargos de las Fuerzas Armadas, la Policía y el Ministerio de Defensa serán llevados ante la Justicia en caso de que estos campamentos sigan existiendo.
El asalto a las instituciones brasileñas ocurrió tras meses de acampada por parte de seguidores de Bolsonaro en la capital, Basilia, después de que el expresidente perdiera las elecciones presidenciales de octubre frente a Luiz Inácio "Lula"
Moraes también apartó de su cargo por 90 días al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, quien horas antes había pedido disculpas al presidente "Lula" y a la cúpula de los poderes Legislativo y Judicial por los graves acontecimientos ocurridos en la tarde del domingo en la capital brasileña.
Ante el caos generado, el presidente "Lula" decretó la intervención federal del área de seguridad de Brasilia hasta el próximo 31 de enero, con lo que las policías regionales estarán bajo control del Gobierno central durante ese periodo.