APRO.- El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió extremar la alerta en todo el mundo por los jarabes para la tos que ya provocaron la muerte de 300 personas, la mayoría niños menores de 5 años, en Indonesia, Gambia y Uzbekistán.
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“Las muertes innecesarias duelen, y cuando se trata de niños el dolor se magnifica, lo que requiere, de forma imprescindible, una respuesta”, indicó en conferencia de prensa, luego de que la OMS emitiera una segunda alerta por la posible presencia de jarabes contaminados en cuatro países más (Filipinas, Timor Oriental, Senegal y Camboya).
Recordó que los dos contaminantes encontrados en los jarabes, el dietilenglicol y etilenglicol, “son químicos tóxicos usados como disolventes industriales y agentes anticongelantes que nunca deberían hallarse en medicamentos”.
Por eso, pidió a todos los gobiernos que aumenten la vigilancia sanitaria retirando del mercado los productos que contengan estas sustancias, y a las farmacéuticas pidió que realicen test y compren ingredientes de suministradores certificados.
Al respecto, el asistente del director general de la OMS, Hanan Balkky, explicó que muchos de estos fármacos contaminados llegan a la gente por el mercado informal. Lo preocupante, dijo, es que son medicinas muy comunes, a los que más niños podrían estar expuestos.
La razón por la que estos jarabes están en el mercado, añadió, es por errores o porque la necesidad de acceder a determinadas medicinas lleva a la gente a comprar en mercado informal.
El 14 de enero, la OMS emitió una alerta sanitaria por dos jarabes para la tos que contienen productos químicos dañinos para la salud: Ambronol y DOK-1 Max, identificados el mes pasado en Uzbekistán y fabricados en la India por la compañía Marion Biotech.