Este lunes a primera hora (mediodía tiempo de Londres) se llevó a cabo el funeral de Estado de la reina Isabel, ceremonia que inició con el traslado del ataúd a la Abadía de Westminster desde el Parlamento, donde recibió los honores del público en general.
El cortejo fúnebre estuvo acompañado a pie por el rey Carlos III y otros miembros de la familia real, incluido el príncipe William, primero en la línea de sucesión al trono, así como algunos de los sirvientes del palacio de Bukingham.
El féretro, que estaba cubierto por el estandarte real, tenía encima la corona imperial, el cetro y el orbe, símbolos de la monarca que la acompañaron durante 70 años. Circuló sobre el mismo carro de armas que antes ya había transportado los restos del padre de la reina, Jorge VI, y de otros antiguos monarcas y dirigentes como el primer ministro Winston Churchill.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, dio un discurso en el que destacó la obra de la reina y señaló que muy pocos líderes reciben el caudal de amor visto por la reina.
“Todos los que hemos seguido el ejemplo, la inspiración y la fe en Dios de la reina podemos decirle: Nos veremos de nuevo
Justin Welby, arzobispo de Canterbury.
Posteriormente, fue entonado el mismo tema que se compuso para la coronación de Isabel II en 1953. La ceremonia terminó con dos minutos de silencio extensibles a todo el país. El himno, rebautizado como Dios salve al Rey, y la música tocada por el gaitero de la reina sirvieron como colofón al acto.
Al término, el fértero partió en un cortejo fúnebre hacia el Arco de Wellington, donde fue colocado en la carroza que trasladó lo restos de la reina al castillo de Windsor, donde una multitud se dio cita desde primera hora de la madrugada.
La carroza hizo un recorrido por las calles principales de la capital británica para luego ser llevado a la capilla de San Jorge, donde el deán ofició un servicio religioso, en presencia de unas 800 personas.
El funeral de Estado en memoria de Isabel II y el entierro de la difunta reina en la bóveda real simbolizaron el ultimo adiós de Reino Unido a quien ha sido su máxima institución desde 1952.
Isabel II murió el 8 de septiembre en su castillo de Balmoral (Escocia), después de que su salud se viese resentida en estos últimos meses y apenas dos días después de nombrar primera ministra a la conservadora Liz Truss. La reunión entre ambas fue la última imagen pública de la reina.
Los restos de Isabel II reposarán junto a los de su marido, el príncipe Felipe, que falleció en abril de 2021 y fue inhumado inicialmente en una sepultura provisional a la espera del fallecimiento de la reina.