“El dolor es el precio que pagamos por amar” fue el mensaje que la reina Isabel II, recientemente fallecida a la edad de 96 años, envió a las familias de las víctimas a través de su embajador durante un servicio religioso en la iglesia de St. Thomas de Nueva York, el mismo día de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Este domingo al conmemorarse 21 años de ese ataque terrorista, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ocupó la frase para recordar a las casi 3 mil personas que perdieron la vida cuando un grupo de terroristas de Al Qaeda secuestraron tres aviones que hicieron impactar contra las Torres Gemelas, en Nueva York, y el Pentágono, en Virginia, y uno más que fue estrellado en un descampado de Shanksville (Pensilvania).
Biden aseguró que, pese a la retirada de las tropas estadounidenses del país —que puso fin a 20 años de guerra—, su “compromiso por prevenir un nuevo ataque a los Estados Unidos no termina”.
“Lo que fue destruido, lo hemos reparado. Lo que fue amenazado, lo hemos reforzado”, aseguró el mandatario durante un discurso frente a la sede del Departamento de Defensa para recordar a las 189 personas que perdieron la vida en el ataque al Pentágono.
Durante la ceremonia se leyeron en voz alta los nombres de cada una de las 189 personas que murieron en el ataque al Pentágono y se cantó el himno de Estados Unidos.
En Shanksville (Pensilvania), la primera dama, Jill Biden, dio un discurso para recordar a los 44 pasajeros del vuelo United 93, que lograron impedir un cuarto ataque ese día al enfrentarse a los terroristas y hacer que el avión se estrellara en un descampado.
Por otra parte, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, encabezó la ceremonia luctuosa en la zona cero de Nueva York, donde dos aviones derribaron las Torres Gemelas en la mañana del 11 de septiembre, causando la muerte de 2 mil 763 personas.