En una aparente estrategia de abarcar regiones donde su país no es sancionado, el Ministerio de Exteriores de Rusia anunció este lunes que incrementará el personal diplomático en naciones del continente latinoaméricano, en Oriente Medio, África y la región de Asia-Pacífico.
Tras las sanciones que le ha impuesto Occidente en los últimos años, la medida también fue argumentada como para responder a la “nueva realidad geopolítica" por el inicio en febrero pasado de la campaña militar rusa en Ucrania, señala el comunicado.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, explicó que la intención es que se reorienten los recursos y se amplíe la cooperación con aquellos países que no se han sumado a las sanciones en su contra.
La “operación militar especial” rusa en Ucrania provocó la adopción de toda clase de sanciones o “acciones inamistosas”, como las llama Moscú, por parte de Estados Unidos, la Unión Europea y otros países como Australia, Canadá o Japón, que incluyó la expulsión de diplomáticos rusos.
La intervención militar también fue condenada por algunos países latinoamericanos, especialmente Colombia, Chile o Guatemala, mientras Cuba, Nicaragua, Venezuela o Bolivia tomaron claramente partido por el Kremlin.
Sin embargo, naciones como Brasil, Argentina o México -los dos últimos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU- han estadomás cerca de las posiciones de Rusia que las de Ucrania en estos meses recientes.
A los funcionarios rusos en el exterior se los encargó defender la seguridad de los ciudadanos rusos, las propiedades de las instalaciones diplomáticas y los intereses de los empresarios.
Lavrov viajó en los últimos meses a países africanos, asiáticos y árabes como China, India, Egipto, Irán o Argelia en busca de alternativas a la cooperación con Occidente.