Este jueves el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informó que cuenta con reportes de Inteligencia que sugieren que su homólogo ruso, Vladimir Putin, está despidiendo o poniendo bajo arresto domiciliario a varios asesores por el conflicto de la invasión a Ucrania.
Biden se refirió a la situación como una “pregunta abierta”, y aunque sea algo que el gobierno estadounidense sospecha, los servicios de inteligencia continúan buscando evidencia sólida.
La Casa Blanca especula con esta posibilidad por el mal manejo que han tenido los militares rusos en su invasión, perdiendo terreno, armas, vehículos de guerra y apoyo.
Jeremy Fleming, director de GCHQ, una rama de inteligencia inglesa encargada de ciberseguridad dijo lo siguiente en una conferencia de prensa el jueves en Australia:
“Los asesores de Putin temen darle una imagen clara de la situación. Creemos que tienen miedo de decirle la verdad, lo que está pasando y el alcance de estos juicios erróneos deben ser muy claros”, explicó.
El inglés terminó su discurso diciendo que el presidente ruso había "calculado erróneamente la forma en que la gente de Ucrania se uniría para combatir la invasión", al igual que las consecuencias económicas que afectarían a Rusia y al mundo entero.
La directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, añadió que tienen "información de que Putin se sintió engañado por el ejército ruso, lo que ha derivado en una tensión persistente entre Putin y su liderazgo militar. Creemos que está siendo mal informado por sus asesores sobre el mal desempeño del ejército ruso y como la economía rusa está siendo paralizada por las sanciones, sus asesores principales tienen demasiado miedo de decirle la verdad”.
Por otro lado, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó los comentarios americanos como “un ejemplo perfecto de desinformación de un jefe de Estado”. Dejo claro que son los estadounidenses los que están mal informados, no el presidente Putin.