Las protestas por la destitución y encarcelamiento del expresidente peruano Pedro Castillo han pasado de disturbios menores en el centro de Lima hasta bloqueos de carreteras al sur del país. En las últimas horas los enfrentamientos han aumentado, sobre todo en Apurimac, zona andina, donde Castillo obtuvo el año pasado el 70% de los apoyos.
Seguidores del ex mandatario asedian el aeropuerto de Andahuaylas, a casi 800 kilómetros de la capital, en los disturbios más graves desde la intentona fallida de golpe de Estado del pasado miércoles.
Las autoridades se vieron obligadas a cerrar la terminal "ante los ataques y actos de vandalismo", que han forzado el repliegue de medio centenar de policías dentro de las instalaciones.
Al menos 16 manifestantes y cuatro agentes resultaron heridos, mientras varias zonas del aeropuerto eran pasto de las llamas. Además, hubo al menos dos muertos en los disturbios.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) ha denunciado en Twitter la muerte del joven. También ha colgado en un tuit un crudo vídeo en el que se ve a la víctima. Este domingo los manifestantes han quemado una comisaría de Policía. Poco después, los problemas se trasladaron al Congreso, donde hubo una gran bronca y una persecución.
Ante el paro general convocado por los protestantes, el gobernador ha decidido cerrar escuelas y colegios hasta nueva orden. Una decisión que además ha coincidido con la convocatoria de huelga de los maestros, el sector que más apoyó a Castillo, que incluso cuenta con un grupo de 15 parlamentarios en el Congreso.
La nueva presidenta peruana, Dina Boluarte, llamó a deponer la violencia a través de su cuenta de Twitter: "La vida de ningún peruano amerita ser sacrificada por intereses políticos. Expreso mis condolencias por el fallecimiento de un ciudadano en Andahuaylas. Reitero mi invocación al diálogo y a deponer la violencia".
Desde el gobierno local también se han denunciado ataques contra centros comerciales y otras zonas públicas, que han provocado también las declaratoria de alerta amarilla en el sector salud.
Los manifestantes exigen en los distintos puntos del país la disolución del Congreso, la convocatoria de elecciones generales y la liberación de Castillo, detenido tras su intento fallido de golpe de Estado.