Miles de personas tomaron este domingo las calles de París en reclamo al gobierno por los altos niveles de inflación, la carestía de los productos básicos y por la política fiscal del presidente Emmanuel Macron.
Partidos y sindicatos de izquierda fueron los promotores de esta manifestación para meter presión al gobierno, pero además el movimientos surge mientras hay huelgas en depósitos de combustibles y, por tanto, escasez de gasolina.
En la protesta, el líder ultraizquierdista Jean-Luc Mélenchon denunció que Macron “está frito” y que su liderazgo hunde a Francia en el caos.
Junto con Mélenchon estaba Annie Ernaux, la autora francesa que acaba de ganar el Nobel de Literatura. Mélenchon — quien dos veces ha sido derrotado por Macron en elecciones nacionales — declaró la protesta un éxito enorme.
Los organizadores convocaron a reclamar "el alto costo de la vida y la inacción en el campo climático”, exigiendo mayores inversiones en medidas para combatir el cambio climático.
Las protestas exigen además congelar los precios de los energéticos, los productos esenciales y los alquileres. También se oponen a recientes reformas en el sistema de pensiones.
Aunque al inicio, las manifestaciones transcurrieron con calmaarrest, por la tarde ya hubo enfrentamientos entre los policías y los manifestantes, al grado que decenas resultaron con lesiones leves y varios arrestos.