En medio de golpes, gritos y empujones entre diputados, el Congreso de Honduras inauguró sus labores legislativas este sábado.
La trifulca inició cuando 20 diputados del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda) propusieron como presidente provisional a Jorge Cálix, violando un pacto con el partido aliado.
El ministro de Gobernación, Leonel Ayala, llamó a Cálix, uno de los disidentes, a subir a la mesa de la directiva, fue cuando siete diputados leales a la presidenta electa, Xiomara Castro, subieron al estrado, obligando a Cálix a huir.
El diputado de Libre Rasel Tomé, pertenece al oficialista Partido Nacional (PN, derecha), denunció que Ayala "ilegalmente le cedió la palabra" al grupo de disidentes que "traicionaron el mandato que el pueblo dio a Xiomara Castro" en las elecciones pasadas.
Para la elección de la directiva del Congreso se requieren 65 escaños, de acuerdo con el ministro de Gobernación, Cálix tuvo el apoyo de 83 firmas. Si ese diputado preside el Congreso, el Partido Nacional, derrotado en las elecciones presidenciales, tendría un mayor control del poder Legislativo.