En entrevista, el arquitecto y empresario Daniel Esquenazi subraya la urgencia de colocar la salud mental infantil y juvenil como un tema central de política pública y responsabilidad privada, especialmente frente al entorno digital omnipresente al que se enfrentan todos los días las nuevas generaciones.
“Estamos criando generaciones hiperdigitalizadas, pero emocionalmente frágiles”, advierte. “No se trata de satanizar la tecnología, sino de construir entornos digitales más seguros, responsables y humanos en los que todos y todas podamos convivir y
florecer”.
Esquenazi, quien en los últimos años ha impulsado proyectos que integran tecnología, desarrollo urbano y responsabilidad social, señala que la ciberseguridad no debe reducirse a la protección de datos o infraestructuras, sino que debe incorporar la salud emocional de quienes interactúan con plataformas tecnológicas desde edades muy tempranas.
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“Un menor puede estar físicamente seguro en casa, pero completamente expuesto en el mundo digital. Ahí es donde entra nuestra corresponsabilidad: como Estado, como empresas tecnológicas, como sociedad”, explica.
Desde su visión, urge una visión transversal que una arquitectura educativa, tecnológica y emocional: formar a niñas, niños y adolescentes en el uso consciente y seguro de las tecnologías, fomentar su pensamiento crítico y dotarlos de herramientas para fortalecer su autoestima y sus vínculos humanos.
Afirmó que trastornos como la ansiedad y depresión ya afectan a millones de menores alrededor del mundo, quienes se encuentran expuestos a distintas formas de violencia como el ciberbullying y el grooming el, robo de identidad y, en general contenido inapropiado.
“Así como hablamos de infraestructura física, debemos hablar de infraestructura emocional. Los espacios digitales que diseñamos también deben proteger, cuidar y construir ciudadanía”, apunta.
Para Esquenazi, quien ha defendido la arquitectura como herramienta de regeneración social, la dimensión digital no puede quedar fuera de los proyectos que buscan bienestar colectivo. “Hoy más que nunca, el diseño importa: tanto en lo que construimos con ladrillos como en lo que construimos con código”.