Consumir atún enlatado es común en muchas dietas debido a su conveniencia y valor nutricional. Sin embargo, es importante estar consciente de los niveles de mercurio presentes en algunas variedades, ya que su ingesta excesiva puede ser perjudicial para la salud.
El mercurio es un metal pesado que se acumula en los organismos marinos, especialmente en peces de mayor tamaño y longevidad. Entre las especies de atún, el atún claro, tiende a acumular más de este elemento debido a su mayor tamaño y ciclo de vida más largo. Por otro lado, el atún listado o Katsuwonus pelamis, simplemente etiquetado como "atún", suele tener niveles más bajos de este metal.
Además de la especie, el medio de conservación también influye en la concentración de mercurio. La doctora Isabel Viñas ha señalado que el atún enlatado en aceite, ya sea de oliva, girasol o en escabeche, puede contener hasta diez veces más mercurio que el atún al natural. Esto se debe a que los medios grasos pueden favorecer la concentración del metal.
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Recomendaciones para comer atún
Para minimizar la exposición al mercurio al consumir atún enlatado, se recomienda:
- Leer detenidamente las etiquetas: optar por productos que indiquen simplemente "atún", lo que generalmente corresponde al atún listado con menores niveles de mercurio.
- Preferir atún enlatado al natural: esta presentación, además de ser más económica, suele contener menos mercurio en comparación con las versiones en aceite o escabeche.
- Limitar la frecuencia de consumo: aunque el atún es una fuente valiosa de proteínas y ácidos grasos omega-3, es aconsejable moderar su ingesta para evitar la acumulación de mercurio en el organismo.
J.R