Hablar con el perro es un comportamiento común en muchos hogares, pero ¿qué dice la psicología sobre esta práctica curiosa? Lejos de ser un signo de rareza o inmadurez, diversos estudios indican que comunicarse con las mascotas, especialmente con los canes, refleja una mente socialmente activa, empática y saludable.
Según los expertos en comportamiento humano, cuando una persona conversa con su perro de manera frecuente, está mostrando una tendencia natural del cerebro humano: antropomorfizar, es decir, atribuir cualidades humanas a seres no humanos. Esta acción, lejos de ser infantil, se relaciona con un alto nivel de inteligencia social. Quienes lo hacen tienden a ser más sensibles a las emociones ajenas y desarrollan vínculos afectivos más profundos.
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Beneficios de hablarle a tu perro
Desde la perspectiva psicológica, hablar con un perro también cumple funciones terapéuticas. En contextos de soledad, estrés o ansiedad, muchas personas encuentran en sus mascotas un canal de desahogo emocional. Esta comunicación, aunque no verbalmente respondida, genera una sensación de compañía, comprensión y alivio emocional.
Además, algunos estudios sugieren que esta práctica puede reforzar el vínculo entre el humano y el animal. Aunque los perros no entienden las palabras como tal, sí perciben el tono, la intención y las emociones detrás de la voz. Por lo tanto, hablarles les ayuda a sentirse más conectados y seguros con su dueño.
La psicología también señala que esta conducta se ha normalizado en gran parte por el cambio en la manera en que las personas ven a sus mascotas. Ya no son solo animales de compañía, sino miembros de la familia. En este contexto, hablar con el perro se convierte en una expresión natural de afecto y conexión.
J.R