La higiene del oído es fundamental para mantener una buena salud auditiva, pero es importante hacerlo de manera adecuada para evitar lesiones o complicaciones. Según especialistas, los oídos tienen un mecanismo natural de limpieza que elimina la cera (cerumen) de forma gradual. Sin embargo, en algunos casos, es necesario intervenir para retirar el exceso de cerumen acumulado.
De acuerdo con los otorrinolaringólogos, la mejor y la forma más segura es usar soluciones salinas o gotas especiales para ablandar la cera. Estos productos están diseñados para facilitar su eliminación sin causar daño al canal auditivo. Se aplican unas gotas en el oído afectado, se deja actuar por unos minutos y luego se enjuaga suavemente con agua tibia.
También se puede utilizar una toalla húmeda para limpiar la parte externa del oído, evitando introducir objetos como bastoncillos de algodón, clips o cualquier otro elemento que pueda empujar la cera hacia el interior, ya que esto puede causar un taponamiento o incluso dañar el tímpano.
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En casos de acumulación severa de cerumen, es importante acudir a un médico para realizar una limpieza profesional. Los especialistas utilizan herramientas seguras, como dispositivos de succión o irrigación, para eliminar el exceso de cera sin riesgo de daño.
Además, el uso excesivo de audífonos, la exposición constante al agua o la producción excesiva de cerumen son factores que pueden predisponer a la acumulación. Por ello, mantener buenos hábitos de higiene y limitar la inserción de objetos en el oído son claves para prevenir problemas.
J.R