La puntualidad es un hábito muy valorado, ya que se percibe como una muestra de respeto y consideración hacia el tiempo de los demás. Sin embargo, existe un margen de tolerancia que puede ser aceptable, el problema surge cuando se sobrepasa ese límite porque provoca una mala impresión en los demás.
La falta de puntualidad afecta tanto la imagen personal como la convivencia con los demás. Por ejemplo, en contextos como grupos de amigos o familiares, la persona que llega tarde puede retrasar las actividades y causar la molestia de los demás miembros del grupo.
Esta conducta ha sido objeto de estudio por parte de especialistas, varios psicólogos han investigado las razones detrás de la impuntualidad, identificando factores comunes que llevan a las personas a no cumplir con los horarios establecidos, los resultados han sido muy interesantes.
Te podría interesar
¿Qué dice la psicología sobre las personas que siempre llegan tarde?
De acuerdo con el psicólogo social Oliver Burkman, la impuntualidad está relacionada con el egocentrismo. En una entrevista con la BBC, Burkman detalló que las personas que constantemente llegan tarde tienden a querer tener el control de la situación.
Otro factor que mencionó el especialista es que la impuntualidad está vinculada con la necesidad de acaparar atención, un comportamiento que a menudo se relaciona con una inseguridad interna. Las personas que siempre llegan tarde podrían estar buscando validación externa para sentirse valoradas.