Este jueves la NASA, agencia espacial de Estados Unidos, puso en órbita su más reciente telescopio de rayos X para ofrecer nuevas perspectivas de la explosión de estrellas, agujeros negros y más sucesos de alta energía en el espacio.
El nuevo telescopio se llama IXPE, abreviatura de Imaging X-ray Polarization Explorer, y fue lanzado por SpaceX, de Elon Musk, en una misión de 188 millones de dólares desde el Centro Espacial Kennedy.
El inicio de sus operaciones está previsto para enero de 2022, para las cuales la NASA colabora con la Agencia Espacial Italiana.
Anunciado por primera vez en 2017, el IXPE es del tamaño de una nevera y tiene tres telescopios que pueden rastrear y medir la dirección, el tiempo de llegada, la energía y la polarización de la luz en agujeros negros y estrellas de neutrones.
Con la información recabada por este instrumento, la NASA podrá formar imágenes que darán información sobre cómo funcionan los objetos celestiales que emiten rayos X.
Además, los especialistas esperan tener imágenes de la estructura de la Nebulosa del Cangrejo, un remanente de supernova con una estrella de neutrones girando rápidamente en su centro.